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Se duermen los duendes

del blanco infinito,

que el alma no puede

respirar el viento.

La noche te alcanza, la luna

se quiebra...

 

Y en la esquina vaga,

donde el ciego mira,

se vislumbra el manto de 

noche infinita.

 

Y en la luna bella de infinito sueño,

se mece la cuna

de todos los quiebros.

 

"Nocturnos"

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